CONTROLES SUCESIVOS A LA LIMPIEZA DE LA CALDERA
Después de haber efectuado las operaciones de mantenimiento y limpieza, repetir los
controles previos al encendido (véase pág. 22), controlar la regulación del quemador
y efectuar un análisis de los humos para verificar la corrección.
Controlar la estanqueidad de la instalación de alimentación del combustible: este
control es muy importante sobre todo si se usan combustibles gaseosos.
Controlara la perfecta hermeticidad del circuito humos y, si es necesario, sustituir las
juntas deterioradas.
Controlar la estanqueidad hídrica de la instalación para evitar cambios y llenados
inútiles de agua que solamente aumentarían el riesgo de incrustaciones de cal.
Si se detectara la presencia de cal en las paredes interiores de la caldera, es
necesario el lavado químico (efectuado por empresas especializadas) para su
eliminación.
Sucesivamente controlar las características del agua de la instalación y,
eventualmente, prever una adecuada instalación de tratamiento.
No dejar contenedores de sustancias fácilmente inflamables en el local donde está
instalada la caldera.
AVERÍAS POSIBLES Y SU SOLUCIÓN
A continuación se indican las causas más comunes de avería y el modo de resolverlas.
AVERÍA: el quemador no se enciende.
SOLUCIONES:
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controlar las conexiones eléctricas;
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controlar que el flujo de combustible sea regular;
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controlar la integridad y la limpieza de la instalación de alimentación del combustible y
que haya sido purgada del aire;
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controlar la regular formación de las chispas de encendido y el funcionamiento de los
dispositivos del quemador;
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controlar la actuación del termostato de seguridad de la caldera con reactivación
manual;
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controlar la regulación del termostato ambiente
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