Teniendo en cuenta que para un excelente
procesado es necesario, actualmente, usar entre
7 y 10 etapas procesadoras en cascada, la
distorsión de cada etapa debe ser menor a 0,01%
(o bien menor a 0,02% el valor total). Cifras por
encima
de
estos
valores,
conducirán
inexorablemente a una degradación de la calidad
sonora. Debe recordarse que ha sido demostrado
(Journal of AES, Vol. 29,4,p.243), que es posible
medir una distorsión, del 0,05% a través de un
parlante común (más del 3% de distorsión). Esto
demuestra
que
las
distorsiones
NO
se
enmascaran unas a otras. Una regla práctica
aconsejable es, entonces:
TODA DISTORSIÓN INTRODUCIDA EN LA
CADENA
DE
AUDIO
DE
LA
ESTACIÓN
TRANSMISORA, QUE EXCEDA DEL 0,05%,
PODRA SER ESCUCHADA POR LA AUDIENCIA,
AUN A TRAVES DE RECEPTORES QUE
TENGAN 50 VECES MAS DISTORSIÓN.
Esto, por supuesto no es una novedad, sino algo
que los audiófilos de todo el mundo vienen
repitiendo desde hace 20 años.
Por esta razón, la línea de procesadores
SOLIDYNE tienen índices de distorsión menores
a 0,02%.
Pocos controles, fáciles de ajustar,
inviolables...
En estos tres enunciados, se sintetizan los deseos
de todos los ingenieros de estudio del mundo. Los
procesadores
psicoacústicos,
creados
por
Solidyne, tienen el 70% de sus funciones
ajustadas automáticamente, bajo el control del
programa de audio. Pero quedan también los
controles imprescindibles para "personalizar" el
sonido de la radio, que deberán ser ajustados por
el usuario.
En la línea digital de procesadores, existen
numerosos ajustes "preset" que le permiten al
usuario estar en el aire en forma inmediata.
Una memoria interna contiene decenas de
configuraciones predeterminadas, ajustadas en
laboratorio para un rendimiento óptimo del equipo
con distintos tipos de material sonoro. Estas
configuraciones pueden ser modificadas por el
usuario.
Al finalizar el ajuste, se asigna una contraseña al
equipo para mantener inalterable la configuración.
Solamente el ingeniero que posee la clave puede
alterar el sonido de la radio.
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SOLIDYNE
ORION 462 MKII