puestas en marcha del quemador) y después de haber cerrado las válvu-
las de alimentación del combustible (sobre todo si se trata de gas).
•
Procurar que no entre el polvo en los aparatos eléctricos de la central
térmica, ni en el cuadro de mandos ni en el control de la caldera y el
quemador.
•
Equiparse con vestimenta, guantes, gafas, máscaras adaptados para este
fin, emplear un aspirador para sacar los residuos de combustión y vaciar-
los en los contenedores apropiados con las requeridas indicaciones del
contenido .
•
El cierre eventual de válvulas del circuito hidráulico deberá estar indicado
en un cartel.
Para obtener un buen funcionamiento y el máximo rendimiento de la calde-
ra, es necesario realizar regularmente una limpieza de la cámara de combustión,
de los tubos de humo y de la cámara de humos.
5.2
MANTENIMIENTO ORDINARIO
Las condiciones de funcionamiento del generador de calor son notable-
mente variables según el caso y dependen del combustible empleado, de la
regulación del quemador , del número de encendidos , de las características de
la instalación, etc., por lo que no es posible establecer a priori un intervalo de
tiempo entre un mantenimiento y el sucesivo.
Por esto es indispensable que el responsable de mantenimiento esta-
blezca el intervalo en base a una primera observación del estado de sucie-
dad del circuito de humos.
En principio aconsejamos los siguientes intervalos de limpieza según sea el
tipo de combustible:
•
Calderas de gas: una vez al año.
20
•
Calderas de gasóleo: dos veces al año, o más a menudo si hay motivo para
dudar de su buen funcionamiento.
En cualquier caso se deben respetar eventuales normas locales referentes al
mantenimiento.
De todas formas aconsejamos agitar los turbuladores - sin sacarlos de los
tubos de humos al menos una vez cada 15÷20 días de actividad del generador
para evitar que los residuos de combustión puedan bloquearlos tanto como
para hacer el desplazamiento extremadamente difícil.
www.peisa.com.ar