Advertencias
Los audífonos están diseñados para amplificar
y transmitir sonido a los oídos y de esta forma
compensar la pérdida auditiva. Los audífonos
(especialmente programados para cada tipo de
pérdida auditiva) solo deben ser utilizados por
la persona destinataria. No debe usarlos nadie
más, ya que podrían dañar la audición.
Use los audífonos siguiendo las indicaciones
de su médico o profesional de la salud auditiva.
Los audífonos no restauran la audición normal
ni previenen o mejoran una pérdida auditiva a
causa de condiciones orgánicas.
No use los audífonos en áreas con riesgo de
explosión.
Las reacciones alérgicas a los audífonos son
poco probables. No obstante, si experimenta
picazón, enrojecimiento, dolor, inflamación o
sensación de ardor en las orejas o alrededor
de estas, informe a su profesional de la salud
auditiva y consúltelo con su médico.
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En el caso poco probable de que alguna de
las partes permanezca dentro de los canales
auditivos después de retirar el audífono,
póngase en contacto con un médico de
inmediato.
Las revisiones médicas o dentales especiales,
como la radiación indicada a continuación,
pueden perjudicar el funcionamiento de los
audífonos. Quíteselos y manténgalos fuera de
la sala o área de examinación antes de llevar a
cabo:
- Revisiones médicas o dentales con rayos X
(también tomografía computarizada).
- Revisiones médicas con exámenes MRI/NMRI,
lo que genera campos magnéticos.
- No hace falta quitarse los audífonos antes
de pasar por controles de seguridad (como
en aeropuertos). Si se usan rayos X, se hará
en dosis muy bajas, lo que no afectará a los
audífonos.
Se debe poner especial cuidado al llevar
audífonos cuando los niveles máximos de
presión de sonora excedan los 132 decibelios.
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