Abra la puerta de la estufa, por medio de una aspiradora elimine toda la ceniza, también utilice un
cepillo para limpiar los residuos unidos a las paredes internas de la estufa.
Limpieza del brasero
La limpieza del brasero es muy importante para el
correcto funcionamiento de la estufa; debe realizarse
diariamente antes de cada encendido. Levantar el
brasero de su asiento, con un cepillo limpiar el interior
del brasero eliminando los residuos de combustión y
con un destornillador o una herramienta puntiaguda
(no proporcionado con la estufa) librar todos los
orificios de pase de aire. Esta operación es
particularmente necesario cuando se utiliza un pellet
de baja calidad; también se sugiere verificar y limpiar
el soporte del brasero, si en su interior se encuentran
residuos hay que quitarlos con una cuchara o un
aspirador. Una adecuada limpieza del brasero
asegurará una buena combustión y, en consecuencia,
un alto rendimiento de la estufa.
Quitar y limpiar con cura el brasero de la estufa.
Quitar y limpiar con cuidado la caja de cenizas por medio de una
aspiradora.
Limpieza de la cámara de combustión y caja de
cenizas
La limpieza de la caja de cenizas y de la cámara de combustión
se debe realizar cuando la ceniza alcanza el borde de la misma
caja y está estrictamente prohibido encender la estufa si la ceniza
va más allá de ello. Todos los días cuando se limpia el brasero
también verificar si la caja necesita ser vaciada. Este
mantenimiento se debe realizar cuando la estufa está fría; está
prohibido utilizar agua para enfriar las cenizas o para limpiar el
interior de la estufa. Se puede utilizar la aspiradora, siempre y
cuando la ceniza está completamente fría. Tenga mucho cuidado
cuando vuelva a insertar la caja, ésta debe llegar hasta el fondo y
no debe haber ningún residuo de ceniza por delante o por debajo
de ella, si hay unos residuos éstos podrían interferir con el cierre
de la puerta, por lo tanto, causar una fuga de aire en la cámara de
combustión.