Es posible que se congele un regulador incluso habiéndose tomado
las precauciones anteriormente descritas en un regulador
especialmente diseñado para su uso en aguas frías. Es, por tanto,
imperativa la práctica de los procedimientos correctos de buceo en
aguas frías, y la toma de medidas para evitar la congelación de la
segunda etapa. Estos procedimientos deben incluir el manejo de un
regulador en una situación inesperada de flujo continuo debido a la
congelación y situaciones de emergencia debido al corte del
suministro de aire. Estos procedimientos deben adquirirse de una
organización de enseñanza debidamente reconocida.
Las medidas que aparecen a continuación reducen notablemente el
riesgo de congelación:
1. Solicite a su tienda de buceo certificación de que el aire cargado
en su botella está seco. Debe tener un punto de condensación
por debajo de –54ºC o –82ºF. El exceso de vapor de agua puede
congelarse, causando flujo continuo o bloqueando totalmente el
flujo de aire.
2. Proteja el regulador de cualquier contacto con el agua hasta el
momento en el que está dispuesto para comenzar la inmersión.
3. Proteja su equipo de bajas temperaturas antes de la inmersión.
Mantenga su regulador y todos sus accesorios en un lugar seco y
cálido.
4. Evite respirar del regulador o presionar el botón de purga en aire
muy frío antes de comenzar la inmersión.
5. No se quite el regulador de la boca durante la inmersión. Esto
evite que penetre el agua fría en la segunda etapa del regulador.
6. En la medida de lo posible, evite la actividad física durante la
inmersión de forma que minimice el volumen de aire que fluye a
través del regulador. Sitúe el mando del efecto venturi en la
posición "MAS" (+) durante la inmersión. Evite descargas de aire
en la superficie. No pulse continuamente el botón de purga.
7. No realice respiración entre compañeros, etc. Mantenga su
regulador en al boca. En caso de emergencia ofrezca un
regulador alternativo.
AVISO: Los reguladores y equipo de buceo tienen límites
de funcionamiento cuando se utilizan en aguas a menos
de 10ºC (50ºF). Si pretende bucear en aguas frías sin haber
obtenido previamente la formación adecuada, se arriesga
a sufrir lesiones muy serias e incluso la muerte.
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