MANTENIMIENTO DE LA CADENA DE TRANSMISIÓN
La cadena de transmisión debe ser limpiada usando como desengrasante algún combustible
a base de petróleo u otro específico para bicicletas.
Para ello podemos utilizar un trapo embebido y frotarlo enérgicamente por la cadena (Fig.
28 a) y el piñón, prestando especial atención a la limpieza de la separación entre filas de
dientes de las coronas del piñón.
Luego se debe repasar con el mismo trapo a los platos y a la polea del cambio trasero,
eliminando la grasa acumulada en las rueditas del mismo.
Una vez enjuagado y secado cuidadosamente, se debe lubricar con una ligera capa un
lubricante siliconado en aerosol u otro específico para transmisión de bicicletas (NUNCA
ACEITE COMESTIBLE NI ACEITE MULTIUSO), repartido uniformemente en toda la
cadena (Fig.28 b).
El procedimiento de desengrase y posterior lubricación, debe hacerse periódicamente
dependiendo de la frecuencia de uso de la bicicleta y del terreno por donde se circule.
TENSIÓN DE LA CADENA
La tensión de la cadena será ajustada por el descarrilador trasero.
Rayos:
Los rayos son una parte muy importante de la bicicleta. Poca tensión o la pérdida o corte de
alguno de ellos tendrán un efecto negativo en la estabilidad del ciclista. La correcta tensión
en los rayos debe ser controlada regularmente por un servicio técnico especializado.
Atención:
Verifique siempre que todos los rayos tengan una tensión pareja y las ruedas estén
perfectamente centradas, sin ovalizaciones ni alabeos que perjudiquen su libre rotación.
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