3. USO PREVISTO
Finalidad
La lámpara de luz diurna se utiliza para compensar los efectos de una falta de luz diurna, especialmente
la luz solar, y para aliviar los trastornos afectivos, los cambios de humor y los trastornos del sueño que se
producen en invierno.
Grupo de aplicación
Para adultos y niños a partir de 3 años.
Grupo objetivo
No se requieren conocimientos específicos ni aptitudes profesionales para utilizar el aparato. El paciente
puede utilizar el aparato por sí mismo, excepto en el caso de pacientes que requieran asistencia especial.
Indicaciones
El aparato simula la luz del día para aliviar los trastornos estacionales o relacionados con el estado de
ánimo.
Contraindicaciones
No utilizar en personas insensibles al calor, personas con lesiones cutáneas producidas por alguna en-
fermedad, personas con una enfermedad que pueda hacer que sus ojos sean más susceptibles a la fo-
totoxicidad, personas con piel fotosensible ni pacientes que tomen medicamentos o hierbas medicinales
fotosensibilizantes.
¿Por qué utilizar la luz natural?
En otoño, cuando se reducen notablemente las horas de luz, y en invierno, cuando se pasa poco tiempo
al aire libre, es posible que aparezcan síntomas de falta de luz, que se conocen también como «depresión
invernal». Los síntomas que pueden aparecer son muy diversos:
• Falta de equilibrio
• Desánimo
• Falta de energía y de motivación
• Malestar general
La causa de la aparición de estos síntomas radica en que la luz, y en especial la luz del sol, es vital e influ-
ye directamente en el cuerpo humano. La luz del sol regula indirectamente la producción de melatonina,
que solamente se libera en la sangre en la oscuridad. Esta hormona indica al cuerpo cuándo es hora de
dormir. Por eso, en los meses con poca luz solar se produce más melatonina, y esto hace que cueste más
levantarse, ya que las funciones corporales se encuentran todavía «en reserva». La utilización de la lámpa-
ra de luz diurna inmediatamente después de despertarse por la mañana, es decir, lo más pronto posible,
puede interrumpir la producción de melatonina, y esto puede influir positivamente en el estado de ánimo.
Por otra parte, la falta de luz frena la producción de serotonina, la hormona de la felicidad, que es decisiva
para nuestro bienestar. La aplicación de luz, por tanto, implica cambios cuantitativos en las hormonas y
los neurotransmisores del cerebro que pueden influir en nuestro nivel de actividad, nuestros sentimientos y
nuestro bienestar. Para contrarrestar semejante desequilibrio hormonal, las lámparas de luz diurna pueden
compensar la falta de luz solar natural.
Dentro del campo de la medicina, en la fototerapia, se utilizan lámparas de luz diurna para combatir los
síntomas de la deficiencia de luz. Las lámparas de luz diurna simulan una luz natural de más de 10 000 lux.
Esta luz puede influir en el cuerpo humano y aplicarse como tratamiento o de forma preventiva. En cam-
bio, la luz eléctrica normal no basta para influir en el equilibrio hormonal; ya que en una oficina bien ilumi-
nada, por ejemplo, la intensidad lumínica apenas alcanza los 500 lux.
• Necesidad de dormir más
• Falta de apetito
• Problemas de concentración
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