Las canciones antiguas no suelen tener tantos graves como las de hoy
día. En consecuencia, se suele utilizar a menudo el EQ de graves para
amplificar los bajos (las frecuencias graves) de una canción antigua y
nivelar sus graves con los de una moderna. Si no lo hace, puede dar
la impresión de que, al pasar de una canción reciente a una antigua, la
música suena más baja.
De forma similar, incluso las canciones grabadas en el mismo año
pueden sonar diferentes entre sí, aún a pesar de reproducirlas al mismo
volumen. Este efecto suele ser debido a que una de ellas tiene unos
medios más pronunciados que la otra. Si los graves de ambas
canciones parecen sonar al mismo volumen, puede usar el EQ de
medios para "bajar de volumen" la canción que suena más fuerte hasta
equilibrarla con la canción más floja.
Asimismo, los DJs también gustan de jugar en sus actuaciones
manipulando según su criterio las canciones que captan. Por ejemplo,
puede que un DJ recorte las frecuencias agudas y graves de una pista
unos pocos compases antes del estribillo de una canción, para después
recuperarlas en el momento justo en que empieza el estribillo.
Al reproducir dos canciones al mismo tiempo, es común que la
música suene turbia. Este efecto suele deberse a una incompatibilidad
de los graves de las dos canciones. El motivo puede ser que la
tonalidad de las dos canciones sea diferente, o que ambas canciones
tengan notas graves largas y sostenidas. Para resolver este problema y
ganar claridad, basta con eliminar los bajos de una de las canciones.
La mezcla conservará los graves de la otra canción, así que seguirá
sonando natural.
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